Aquí tenéis, amigos, las primeras páginas de la segunda novela ambientada en “El Mundo de las Sombras”: “El filo de la espada”. Visita la asombrosa Constantinopla, la olvidada Buda Pest, conoce los secretos de la magia y otros ocultos misterios para finalizar participando en la Cuarta Cruzada, que asoló Constantinopla. Historia y Fantasía que ya han atrapado a miles de lectores. Pincha en la imagen para acceder al primer capítulo completo.
Dimidium facti qui coepit habet; sapere aude; incipe!
“Quien ha comenzado, sólo está a medias: atrévete a saber, empieza.”
Horacio, Epistolarum liber primus.
Atrévete a romper el Velo.
Nacerás en un mundo diferente al que hayas vivido durante toda tu larga vida. Aquí, tus simples habilidades humanas nada pueden hacer frente al poder que la sangre concede a los vampiros. Tus ambiciones se mostrarán insignificantes comparadas a las de las criaturas que se esconden tras el Velo que has roto. Te enfrentarás a enemigos capaces de regenerar una herida en segundos y a seres que leen el pensamiento como si de un libro abierto se tratara. Aprenderás que el ser humano nunca podrá ser el cazador, porque en este mundo tú serás la presa. Serás testigo de grandes hazañas silenciadas para siempre. Podrás comprobar que la vida de tus hermanos mortales transcurre plácida al margen de tu vida. Y aunque serás capaz de descubrir que los hilos que guían a los humanos los mueven los vampiros, jamás podrás romperlos. Serás testigo del sufrimiento que aflige a los Inmortales, iguales que tú en muchos aspectos pero condenados a no morir, condenados a vigilar a las criaturas que habitan en este mundo como pastores. Pero las ovejas son lobos y a ellos les ha tocado la misión de vigilarlos. A ellos les corresponde velar por el Equilibrio entre lobos, vampiros y hechiceros.
Atrévete a romper el Velo, humano.
Atrévete a descubrir el Mundo de Sombras.
“Sabed, ¡oh Rey!, que más allá de las miradas de los hombres mortales, protegidas por un velo intangible, se extiende un reino donde las Sombras dictan su implacable voluntad, al que sirven extrañas criaturas poderosas y malignas. Sabed ¡oh Rey! que todo lo que suceda en este reino tiene su eco en nuestras vidas. Las guerras, plagas y demás calamidades son consecuencia de la lucha insaciable que se extiende en el Reino de las Sombras. Sabed, ¡oh Rey! que vuestro destino y el de vuestros vasallos esta dictado por “Ellos”, aunque el Velo os aparte de la locura, os proteja de sus Criaturas y os oculte su horror. Pero sabed, ¡oh Rey!, que no conviene enfurecerlas, puesto que el Velo que las protege de nosotros es tan etéreo como una nube y estas Criaturas caminan por nuestros caminos, se alimentan de nuestros víveres y sus destinos están entrelazados con los nuestros. Sabed,¡ Oh Rey!, que nosotros habitamos en el Mundo de las Sombras, aunque lo ignoremos.”
PROLOGO
Cárcel de Goznur, treinta kilómetros al norte de Constantinopla.
Mayo de 1190 Anno Domini.
El tañido de una campana despertó a Herion. Las tinieblas de la noche lo envolvían en su fría celda pero la luna iluminó su rostro a hurtadillas, ofreciendo su resplandor para reconfortarle. Recostado en un rincón escondió la cabeza entre sus brazos rechazando la luz. Volvió a cerrar los ojos sin intención de dormir. Una rata correteó en la oscuridad ante la indiferencia de su invitado. Movió levemente una pierna y todo su cuerpo se estremeció entumecido. La sangre había dejado de manar en su rostro y en las múltiples heridas que cubrían su cuerpo. La puerta de la celda se abrió con un crujido. Alguien entró en la celda y colocó una pequeña antorcha en la pared.